. Gestión Universitaria

Note article

Indicador de sostenibilidad ambiental en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires

 

 

María José Fernández

Dra. en Economía, Universidad de Buenos Aires,CIMBAGE – IADCOM – Facultad de Ciencias Económicas, CONICET

Correo electrónico: mariajfernandez@economicas.uba.ar

 

Verónica García Fronti

Ingeniera Química, Universidad de Buenos Aires, CMA – IADCOM – Facultad de Ciencias Económicas

Correo electrónico: vgarciafronti@economicas.uba.ar

 

Andrea Parma

Profesora de Matemática y Astronomía, Analista Universitaria de Sistemas,Universidad de Buenos Aires, CIMBAGE – IADCOM – Facultad de Ciencias Económicas,

Correo electrónico: andreaparma38@gmail.com

 

Resumen

Las actividades de docencia, investigación y gestión que se desarrollan en la Universidad generan un impacto sobre el medio ambiente. Es importante poder medir este impacto con el objetivo de valuar dicho fenómeno. La Universidad de Buenos Aires alberga entre docentes, no docentes y estudiantes una cantidad de aproximadamente 359.700 personas. Es por eso que en este trabajo nos proponemos indagar sobre el indicador de sustentabilidad Huella Ecológica aplicado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. El indicador de sostenibilidad Huella Ecológica fue definido por los investigadores Mathis Wackernagel y William Ress reformulando el concepto ecológico capacidad de carga y expresa el área necesaria para producir los recursos consumidos y asimilar los residuos generados por una población determinada en un período de tiempo y lugar determinado. Este indicador sirve para seguimiento de los aspectos ambientales de las actividades universitarias y fundamentalmente como una herramienta de formación y concientización de los impactos ambientales. El objetivo de este trabajo es analizar dos de los indicadores parciales que componen la huella ecológica: consumo de papel y transporte de los estudiantes. Para el cálculo de los indicadores se diseñará una encuesta a los alumnos sobre sus hábitos de consumo de papel y su movilidad hacia las instalaciones de la Facultad.

 



Palabras Clave: Sostenibilidad ambiental, Indicadores, Gestión ambiental

 

Enviromental Sustainability indicator in the School of Economics of the University of Buenos Aires

 

Abstract

Teaching, research and management activities carried out at the University have an impact on the environment. It is important to be able to measure this impact with the aim of valuing this phenomenon. The University of Buenos Aires houses between teachers, non-teachers and students an amount of approximately 359,700 people. That is why in this paper we propose to investigate the indicator of sustainability Ecological Footprint applied in the School of Economics of the University of Buenos Aires. The sustainability indicator Ecological Footprint was defined by researchers Mathis Wackernagel and William Ress reformulating the ecological concept of load capacity and expresses the area needed to produce the resources consumed and assimilate the waste generated by a given population in a period of time and place. This indicator serves to monitor the environmental aspects of University activities and fundamentally as a training and awareness tool of environmental impacts. This paper objective is to analyze two of the partial indicators that make up the ecological footprint: paper consumption and student transport. For the calculation of the indicators, a survey will be designed on the students about their habits of consumption of paper and their mobility towards the facilities of the School.



Key-words: Environmental sustainability, Indicators, Environmental management

 

1 INTRODUCCIÓN

Las actividades de docencia, investigación y gestión que se desarrollan en una Universidad generan un impacto sobre el medio ambiente como por ejemplo el consumo de recursos y la generación de residuos. Por otro lado, las Universidades ejercen un fuerte impacto sobre los entornos sociales en que se ubican por lo que compromisos ambientales que se asumen son exportados como modelo en dichos entornos (Vicerrectorado de Campus y Sostenibilidad, 2014).

Si se analiza la generación de residuos de la Universidad de Buenos Aires en general y en la Facultad de Ciencias Económicas, en particular se puede observar la relevancia del tema ambiental. La UBA alberga entre docentes, no docentes y estudiantes una cantidad de aproximadamente 359.700 personas, según los datos del censo realizado por la Universidad en el año 2011 y de acuerdo al informe presentado por la comisión de UBA VERDE en el año 2013 se generan aproximadamente 941 contenedores de residuos por semana, que cargan alrededor de 170 Kg. de residuos cada uno, lo que representa aproximadamente 160.000 kg. de residuos semanales, de los que estimativamente 64.000 Kg., o sea un 40%, podrían recuperarse para su reciclado. Por su parte en la Facultad de Ciencias Económicas de la sede Córdoba alberga aproximadamente 30000 que generan 12 contenedores de residuos por semana (2040 kg/semana).

Teniendo en cuenta todosestos impactos ambientales y sociales que resultan de las actividades desarrolladas en la UBA,se definió en la Facultad de Ciencias Económicas el Programa “ECON VERDE”. Dicho programa, propone “difundir, promover y gestionar acciones compatibles con el desarrollo sustentable a través de la instrumentación de iniciativas que contribuyan al cuidado del medio ambiente y reduzcan el impacto deesta casa de estudios sobre el mismo” (Resolución Consejo Directivo 2191/2015).

Para el logro de una Facultad de Ciencias Económicas sustentable, que cumpla con el objetivo planteado en el programa ECON VERDE, es importante contar con indicadores de sustentabilidad que nos permitan hacer un seguimiento de aquellos aspectos ambientales relevantes. Es por eso que en este trabajo nos proponemos indagar sobre el indicador de sustentabilidad “Huella Ecológica” aplicado en la FCE-UBA.

El objetivo de este trabajo es analizar dos de los indicadores parciales que componen la huella ecológica: consumo de papel y transporte de los estudiantes, para lograr esto se diseñará una encuesta a los alumnos sobre sus hábitos de consumo de papel y su movilidad.

 

2 HUELLA ECOLÓGICA

El indicador de sostenibilidad Huella Ecológica fue definido en el año 1996 por los investigadores Mathis Wackernagel y William Ress reformulando el concepto ecológico capacidad de carga. La huella ecológica busca responder al interrogante de cuál sería la superficie necesaria para mantener una población determinada. Es decir con la huella ecológica se evalúacuantitativamente el impacto de las actividades humanas en término de superficies productivas de los ecosistemas.

Así la Huella Ecológica expresa el área necesaria para producir los recursos consumidos y asimilar los residuos generados por una población en un período de tiempo y lugar determinado; es un indicador de índice único (integrado) y descriptivo que revela cuantas hectáreas de naturaleza se necesitan para abastecer los procesos productivos y para absorber los desechos que genera una economía (Wackernagel & Rees, 1996).

Su cálculo se obtiene mediante la trasformación de cada impacto ambiental en unidades de superficie. Las ventajas de esta metodología radican en poder analizar la sustentabilidad en términos sencillos y comprensibles usando datos científicos claros y fiables (Jofré&Bucheri; 2011).

El programa National Footprint Accounts (NFA) define los conceptos de Huella Ecológica y biocapacidad de la siguiente forma:

-Huella Ecológica: es una medida de la demanda a la biosfera en un determinado año, por parte de una población determinada. (Borucke, Moore et al, 2013).

-Biocapacidad: superficie de tierra y mar biológicamente productivos disponibles para proveer los servicios ecosistémicos que la humanidad consume. (Borucke, Moore et al, 2013).

Si la biocapacidad de un país es mayor que su huella ecológica se dice que el país tiene “reserva ecológica” y que es un acreedor ecológico. Si en cambio la biocapacidad es menor que la huella ecológica se dice que el país opera con déficit ecológico y el país es un deudor ecológico. Hoy en día la mayoría de los países opera con déficits ecológicos (Global Footprint Network, 2015).

De esta forma el indicador Huella Ecológica permite analizar si consumo de una población es sostenible, es decir si se consume a una velocidad menor que la velocidad de regeneración de la naturaleza.

La huella ecológica se expresa, generalmente en hectáreas globales por persona y año, de forma tal de representar la superficie necesaria para asimilar los impactos de las actividades que realiza durante un año una persona, por lo tanto dependerá de dos factores, por un lado el estilo de vida del individuo analizado, es decir sus hábitos de consumo y por otro lado el sistema ecológico necesario para generar esos recursos y asimilar los residuos generados.

En lo que respecta a Argentina, la huella ecológica nacional se estima que tiene un valor de 2.6gHa por persona. Hasta el momento, los datos disponibles son promedios nacionales y no se poseen mediciones a escalas subnacionales. Actualmente, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) creó el Programa Huella Ecológica y Biocapacidad Argentina con el objetivo de comenzar a realizar mediciones a menores escalas que las nacionales.

Este indicador se utiliza principalmente a nivel nacional y regional y en menor escala en organizaciones. A continuación describiremos su utilidad de utilizar el indicador huella ecológica en la Universidad.

 

2.1 Huella Ecológica en la Universidad

Como se ha mencionado la huella ecológica se definió en sus comienzos para determinar una medida de sostenibilidad a nivel global, pero se ha observado que la sostenibilidad es fundamental abordarla tanto desde el nivel global como también desde los niveles locales, por lo que este indicador se ha ido adaptando a las distintas realidades locales y se ha empezado a realizar a nivel municipal y en menor medida a nivel universitario.

La importancia de utilizar esta herramienta a nivel de una organización universitaria es doble, por un lado para realizar un seguimiento del desempeño de sus variables ambientales y por otro lado debido a la importancia que tienen estas organizaciones educativas en lo que se refiere a formación y generación de conocimiento.

Desde el punto de vista ambiental, una Universidad se puede considerar como un sistema integrado dentro de su entorno, con entradas relacionadas al consumo de recursos naturales tales como agua, materiales, combustibles fósiles y salidas tales como generación de residuos, es decir la Universidad como cualquier otra organización impacta sobre el ambiente en forma directa al consumir recursos y producir residuos y en forma indirecta en el campo social debido a que es generadora de conocimiento y formación por lo tanto todo lo que se realice en ella impacta transformando no solo a la comunidad universitaria sino también a la sociedad en general(Mas, Rico, & Nodal, 2012).

El indicador de huella ecológica es un indicador global que es complejo de aplicar en una organización, pero una de las ventajas que posee es que está compuesto por diferentes indicadores parciales que pueden ser aplicados por separado para medir la sustentabilidad de una actividad determinada, este aspecto es el aprovechado en varias universidades que calculan diferentes indicadores parciales de huella ecológica de forma de ver la relevancia de cada uno de sus impactos.

Las universidades que más han utilizado esta herramienta son las angloparlantes y también varias universidades españolas como la Universidad de Málaga (Huella Ecológica Universidad de Málaga, 2016) que en su página calculan e informan su huella ecológica desde el año 2010.

En Argentina no existen universidades que sistemáticamente presenten su huella ecológica pero existen algunos casos a nivel municipal como el caso de Malargue(Iturbe & Guerrero, 2014) y Tandil (Guerrero & Guiñirgo, 2008) en donde se ha realizado el ejercicio de calcular la huella ecológica.

 

2.2 Metodología de cálculo Huella Ecológica

Como se ha mencionado anteriormente, la metodología desarrollada por Wackernagle y Rees (1996) para calcular la Huella Ecológica (HE) mide en hectáreas por habitante y año (ha/hab/año) la cantidad de superficie biológicamente productiva necesaria para que pueda vivir una población determinada.

Resumidamente los pasos para calcular la HE son primeramente determinar el consumo de las diferentes categorías consideradas (expresadas en unidades físicas) y luego se transforma estos consumos en superficie biológicamente productiva mediante un índice de productividad, es decir este indicador transforma los patrones de uso y consumo del capital natural en hectáreas de tierra necesaria para mantener ese estilo de vida. Los valores de productividad pueden referirse a una escala global o se determinan para un territorio determinado teniendo en cuenta la tecnología usada y el rendimiento bioproductivo de la tierra.

Wackernagel & Rees (1996) definieron cinco categorías de consumo, es decir cinco formas en que consumimos los recursos naturales: alimentación, vivienda, transporte, artículos de consumo y servicios.

Las categorías elegidas en este estudio son: consumo de papel de los estudiantes de FCE y emisiones debidas al transporte hacia la Universidad de los alumnos, es decir que se calcularán dos huellas ecológicas parciales, que incluyen la tierra forestal para producir papel consumido por los alumnos y la tierra necesaria para absorber el carbono emitido por el uso de combustibles fósiles para el transporte de los alumnos hacia la facultad.

Si bien ambas categorías determinan una huella ecológica parcial, las metodologías de cálculo defieren conceptualmente. A continuación se describen brevemente ambas metodologías.

 

2.2.1 Cálculo de Huella Ecológica para el transporte

En el caso de transporte, se emplea energía fósil. Existen tres enfoques para convertir el consumo de energía fósil a un área correspondiente de tierra (MathisWackernagel, William Rees, 2001), que se detalla a continuación:

El primer método calcula la tierra requerida para producir un sustituto del combustible fósil líquido, producido biológicamente.

El segundo método estima el área de suelos necesaria para secuestrar el CO2 emitido mediante la quema de combustibles fósiles. Para evitar un posible cambio climático tenemos la responsabilidad de asimilar el CO2 fósil que se inyecta en la atmósfera.

Los Bosques acumulan CO2 a una tasa muy elevada, a lo largo de períodos que van desde 50 hasta 80 años. Los datos sobre las productividades boscosas promedio de los bosques templados, boreales y tropicales, muestran que los bosques promedio pueden acumular aproximadamente 1,8 toneladas de carbono por hectárea por año.

El tercer método estima el área de suelos requerida para reconstruir el capital natural empleado

En este trabajo se emplea el segundo método, es decir se calcula la cantidad de hectáreas necesarias para absorber el dióxido de carbono emitido debido a utilizar combustibles fósiles para el transporte, tanto público como privado de los alumnos. Se determinará mediante una encuesta el tipo de transporte empleado por los alumnos para ir a la facultad y la distancia recorrida. Con estos datos se estimará el tipo de combustible utilizado y la cantidad. La huella ecológica parcial de transporte se determinará calculando primero la cantidad de emisiones de dióxido de carbono emitido debido al consumo de combustible fósil y luego se dividirán estas emisiones por el factor de fijación (1).

La fijación media de carbono depende del tipo de terreno. Para un terreno forestal, como ya se ha enunciado anteriormente, se estima en 1.8 tonCO2/ha/año (Mathis Wackernagel, William Rees, 2001).

 

2.2.2 Cálculo Huella Ecológica para el consumo de papel

En el caso del consumo de papel se definirán las hectáreas de tierra biológicamente productiva necesaria para producir papel, para obtener este valor se dividirá al consumo anual de papel de los estudiantes (expresado en kilogramo) por la productividad del sector forestal.

Para determinar el impacto ambiental asociado al consumo de papel, se siguen los pasos propuestos por la metodología de la Huella Ecológica (HE) (Rees 1996a; Wackermagel, 1996) en donde se transforma cada unidad consumida en unidades de superficie. Para determinar la HE se utiliza el siguiente cálculo (2):

La cantidad de papel consumido se obtendrá a partir de una encuesta a los alumnos y la productividad se calculará en base a datos utilizados en Argentina en la localidad de Tandil.

Es importante destacar dos aspectos relacionados con este indicador parcial. Por un lado que para calcular el impacto que tiene el consumo de papel se está considerando la tierra necesaria para generar la materia prima necesaria sin tener en cuenta el proceso productivo con todo el consumo energético necesario para producir, ya que estamos evaluando el consumo y no la producción de papel. Por otro lado siguiendo en trabajo de Tandil se considera que el pino es el árbol utilizado para producir la pasta de celulosa pero se observa que en Buenos Aires se consume papel que se produce con fibras celulósicas no forestales como la caña de azúcar, debido a la falta de datos sobre el factor de rendimiento se decidió utilizar el mismo factor que en Tandil.

 

3 CÁLCULO DE HUELLA ECOLÓGICA EN LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

 

3.1 Cálculo Huella Ecológica para el transporte utilizado FCE

En los últimos años, la Ciudad de Buenos Aires tuvo un gran crecimiento de su población y urbanización. En el censo 2010 la población ascendía a 2.890.151 de personas y las proyecciones a la actualidad superarían los 3.000.000 de individuos.

El “Parque activo” (tránsito y transporte) se define como la cantidad de vehículos automotores (automóviles y vehículos comerciales) inscriptos en los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor y Créditos Prendarios (DNRPA) y en condiciones de circular. En noviembre del año 2010, el parque activo de la Ciudad de Buenos Aires fue de 1.192.963 vehículos, mientras que en noviembre del año el 2016 la cantidad de vehículos fue de 1.405. 825. Por otro lado, en el 2016 se patentaron 709.482 vehículos, un 10,2% más que en 2015. (Ministerio de Hacienda GCBA)

Al parque activo de la ciudad, se agregan los que ingresan diariamente a la misma por los distintos accesos, que se estima en 1,5 millones de autos (Ministerio de Hacienda GCBA)

La evolución vehicular descripta en los últimos años ha mostrado una trayectoria preocupante en la ciudad en materia congestiones y accidentes y fundamentalmente en la contaminación de la atmósfera que generan consecuencias negativas entre otras cosas, sobre el clima por la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), que amenaza directamente la salud de los ciudadanos. Sin duda, este problema es importante, pero el énfasis en la salud humana revela una comprensión ecológica muy estrecha. Los requerimientos crecientes de la economía sobre la naturaleza ponen en peligro la capacidad del planeta en un nivel mucho más fundamental. Como consecuencia, existe la necesidad de un cambio de paradigma que contemple el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones básicas: social, ambiental y económico-financiera.

Por otro lado, la Ciudad de Buenos Aires posee un servicio ineficiente del transporte público, provocando el incremento desmedido de circulación de vehículos particulares. Esto sin duda alguna, agrava la situación.

Los vehículos propulsados por motores de combustión interna producen en general tres tipos de emisiones de contaminantes: evaporativas, de combustión y de desgaste de frenos y llantas. Las emisiones liberadas a través del tubo de escape son el producto de la combustión de combustibles fósiles y comprende la generación de una serie de contaminantes criterio GEI.

Las emisiones de GEI atribuibles a la utilización de combustibles fósiles han demostrado una contribución directa al incremento de la temperatura regional en proporciones mayores a las que se habrían presentado de forma natural. De éstas, las más relevantes que se derivan del sector transporte son: dióxido de carbono (CO2); metano (CH4) yóxido nitroso (N2O)º

A nivel internacional, se han elaborado diversos modelos para la estimación de emisiones vehiculares. En Argentina, en particular, se empleó en diferentes investigaciones el modelo COPERT III, que se utiliza en muchos países europeos para realizar sus inventarios de emisión. Las emisiones se determinan combinando parámetros de actividad (km recorridos anuales, velocidades promedio de recorrido, distancia promedio de viaje, etc.) con factores de emisión para cada categoría de vehículos y tipo de contaminante.

Los modelos de estimación de emisiones mencionados son empleados en grandes regiones y requieren de gran cantidad de información para la estimación de las emisiones vehiculares. Existen metodologías más sencillas para el cálculo de emisiones por tipo de contaminante ya empleadas en otras universidades que se adaptan a escalas geográficas más limitadas. La ecuación utilizada en el presente trabajo (TUIA y otros, 2007) es la siguiente (3):

La fórmula indica que la cantidad total de emisiones de un contaminante determinado es una función de la cantidad de vehículos considerados en el análisis, así como de la distancia total recorrida por cada uno de éstos y de los factores de emisión asociados con cada tipo o categoría de vehículo. Dónde:

EC : emisión del contaminante criterio c en gramos durante la unidad de tiempo elegida (g/tiempo),

Nj : cantidad de vehículos del tipo j (Número de vehículos),

Mj : kilómetros recorridos por todos los vehículos del tipo j por unidad de tiempo (km/tiempo),

FEjc : factor de emisión asociado al vehículo del tipo j para el contaminante c (g/km).

La Ecuación (1) es aplicable a los distintos contaminantes de interés siempre y cuando exista la información correspondiente de factores de emisión por tipo de vehículo y para cada uno de los combustibles a evaluar. En este trabajo se trabajará únicamente emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Para recolectar los datos necesarios se realizarán encuestas a los alumnos de Análisis Matemático II de dos sedes de la FCE-UBA (Paternal y Córdoba).

A través de la plataforma digital provista por la FCE se recolectarán datos relacionados con el tipo de vehículo empleado por los alumnos para trasladarse a la sede universitaria, los cuales fueron clasificados en a) Vehículos particulares, b) Motos, c) Colectivo d) Bicicleta o a pie. e) Subte f) Tren como así también el origen y destino de esos viajes y si comparten vehículos particulares. En el Anexo 1 se adjunta la encuesta que se va a utilizar.

Finalmente, se emplea la Ecuación 2, que es una ampliación de la Ecuación 1 para procesar los datos recolectados de las N encuestas realizadas (4).

Dónde

i : número de encuesta.

N : número total de encuestas.

EC: emisión del contaminante c en gramos durante una semana de actividad académica (g/semana).

Vi: número de viajes realizados por el vehículo de la encuesta i en una semana (viajes/semana).

Di: distancia recorrida en kilómetros por el vehículo de la encuesta i en cada viaje (km/viaje).

FEic: factor de emisión IVE asociado al vehículo de la encuesta i para el contaminante c (g/km).

Cada una de la N encuestas se procesa por separado, obteniendo un resultado por encuesta para cada una de las variables necesarias en la evaluación de las emisiones totales (EC). El número de viajes por vehículo (Vi) se estima a partir de la pregunta sobre el número de viajes que se hacen en la semana hacia la institución. Los kilómetros recorridos por cada tipo de vehículo (Di) se estiman mediante un sistema de información geográfica de acceso libre (Google Earth), haciendo una consulta de distancias entre el punto de partida de los viajes y la institución. Los factores de emisión por contaminante para los tipos de vehículo particular y motocicletas (FEic) se toman de acuerdo a cada uno de los vehículos por encuesta.

Para las encuestas de la categoría de servicio de transporte público colectivo, en los factores de emisión CO2 empleados en este estudio se expresan en la Tabla 2.

 

3.2 Metodología para Huella Ecológica consumo de papel FCE

Como se ha mencionado anteriormente para determinar la Huella Ecológica parcial debido al consumo de papel se utiliza el siguiente cálculo (5):

En este caso, para el consumo de papel se tendrán en cuenta la cantidad de hojas y cuadernos utilizadas por los alumnos. Para obtener este dato se definieron tres preguntas a realizarles a los alumnos:

¿Cuántos cuadernos usas en un cuatrimestre?

¿Cuántas hojas imprimís por cuatrimestre?

¿Cuántas fotocopias sacás en un cuatrimestre?

Por lo que el dato que se obtendrá será cantidad de hojas utilizadas por los alumnos, para obtener el peso expresado en toneladas del papel consumido se considera:

1. Gramaje promedio utilizado: 0,080 kg/m2

2. Tamaño de hoja: A4 =0.06237 m2/hoja

3. Nº de hojas por m2= 16,033 hojas/m2

Por lo tanto, el peso del papel consumido se calculará de la siguiente forma (6):

Como se ha mencionado, el consumo de papel será determinado mediante la encuesta, pero ahora es necesario determinar la conversión del consumo a un área correspondiente de suelo, es decir debemos determinar la productividad.

En el caso de los productos de papel se asumió que en promedio para producir 1 tonelada de papel se necesitan 2 m3 de madera (Guerrero & Guiñirgo, 2008). La productividad ecológica forestal promedio que se va a utilizar es la propuesta por Wackermagel, que es de 2,3 m3 de fibra maderera utilizable por hectárea por año, es decir que la productividad será (7):

La productividad lo que nos indica es cuantas toneladas de madera podemos obtener un una hectárea de tierra forestal. La huella ecológica parcial para el consumo de papel será (8), el cociente entre el consumo de papel (6) y la productividad (7):

 

3.3 Encuesta sobre transporte y consumo de papel en el aula virtual

Como se hemos mencionado anteriormente, este indicador sirve para realizar un seguimiento de los aspectos ambientales de las actividades universitarias y fundamentalmente como una herramienta de formación y concientización de la comunidad universitaria de los impactos ambientales que generan por realizar sus actividades.

En el caso de los estudiantes universitarios, al realizar su formación académica, podemos observar dos impactos ambientalesdirectos sobre el medio ambiente que son el consumo de papel y el transporte utilizado para su traslado.

Respecto al consumo de papel, se evidencia un gran uso en la compra de apuntes que adquieren en la fotocopiadora que se encuentra en la facultad y cuadernos universitarios. Por lo general, el material de estudio si bien está disponible en forma electrónica, los alumnos prefieren utilizarlo en formato papel y acompañar su uso con archivos en formato electrónico.

En lo que respecta al transporte, la Facultad de Ciencias Económicas tiene varias sedes distribuidas en la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, en donde los accesos están asegurados por transporte público de diversa índole (Ómnibus, tren, subterráneo, etc.). La Facultad no tiene campus con dormis, por lo que el alumnado debe trasladarse cada vez que va a clase.

Con respecto a la concientización, nos parece interesante, incorporar el aspecto ambiental mediante este indicador de Huella Ecológica ya que al confeccionarlo permite reflexionar sobre sus hábitos de consumo. Una forma participativa para la elaboración de este indicador, es la recopilación de los datos mediante una encuesta.

La encuesta se realizará mediante un cuestionario que se distribuirá en internet, para realizar esto, nos apoyamos en el campus virtual que poseen las diferentes materias de la facultad.

Las materias que se cursan en forma presencial cuentan con la posibilidad de un aula virtual, que permite incorporar material digital, multimedia, etc., con el objetivo de agilizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de los contenidos de la materia. Entonces, utilizaremos esta herramienta institucional de la Facultad de Ciencias Económicas como medio para la implementación de la encuesta, con el objetivo de potenciar la concientización sobre estos dos aspectos ambientales específicos.

A continuación, se describe el cuestionario que se suministrará a los alumnos en el campus virtual.

 

3.3.1 Cuestionario

Se administrará una encuesta a los alumnos en la cual se les consultará respecto a sus hábitos de consumo de papel y movilidad hacia y desde la Facultad. Además, se le preguntará respecto a cuestiones relacionadas con la carrera, horario de cursada, avance de la carrera, etc., con el objetivo de posibilitar la descomposición del índice teniendo en cuenta estos factores.

El formulario de la encuesta será anónimo y como se ha mencionado se administrará a través de un formulario online al cual se accederá desde el campus institucional de la Facultad. Los participantes del aula virtual son los alumnos inscriptos en la materia y los docentes a cargo.

La encuesta constará de 12 preguntas. Algunas de ellas serán de respuesta abierta, otras de elección múltiple y otras de respuesta numérica. Las primeras 6 preguntas están relacionadas con la caracterización del alumno encuestado. Las preguntas 7 a 9 están vinculadas con la movilidad y el resto (preguntas 10 a 12) al consumo de papel (Figura 1).

 

4 CONCLUSIONES

El indicador de Huella Ecológica permite conocer el impacto ambiental de las actividades humanas, inclusive aquellas que se realizan en una organización universitaria.

Si bien este indicador no es muy utilizado en la actividad universitaria, si se observa un gran potencial del mismo para utilizarlo como una herramienta de concientización, ya que permite la toma de conciencia de como impactan las actividades universitarias en el medio ambientes.

Se determinó que el principal impacto de este tipo de instituciones se presenta en el consumo de papel y las emisiones de dióxido de carbono generado por el transporte para realizar dichas actividades. Para poder elaborar estos indicadores, es necesario contar en primer lugar con datos sobre hábitos de consumo con el objetivo de utilizarlos para el cálculo. Como no se contaba con estos datos, en base a la metodología seleccionada, se definió realizar una encuesta para recabar información necesaria para realizar el cálculo del indicador.

Aprovechando el campo virtual, se plantea la encuesta con un doble propósito. En primer lugar, recabar información para el cálculo del indicador. En segundo lugar como una herramienta para realizar un debate inicial sobre la temática ambiental con los alumnos de las carreras de la Facultad de Ciencias Económicas.

 

5 Bibliografía

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-Area M.C., Villalba L.L. (1996). Metodologia para el estudio de la capacidad de generacion y recoleccion de papel de desperdicio urbano, “Informacion Tecnologica”, 7 (4): 157–164.

-Cerutti, Julia (2013) Análisis de diagnóstico tecnológico sectorial: celulosa y papel. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

-Guerrero, E. M., & Guiñirgo, F. (2008). Indicador espacial del metabolismo urbano. Huella Ecológica de la ciudad de Tandil, Argentina. Revibec: revista iberoamericana de economía ecológica, 9, 31–44.

-Iturbe, A., & Guerrero, E. M. (2014). Una aproximación a la huella ecológica de Malargüe, Argentina. Revista Estudios Ambientales, 2(2), 39–57.

-Mas, J. L., Rico, I. L. R., & Nodal, P. M. (2012). Cálculo de la huella ecológica en universidades cubanas. Caso de estudio: Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Afinidad, 69(557), 30–34

-Vicerrectorado de Campus y Sostenibilidad, Um. (2014). Huella ecológica de la Universidad de Málaga.

-Wackernagel, M., & Rees, W. E. (1996). Our ecological footprint: reducing human impact on the earth. New Society Publishers

 

 

 



Gestión Universitaria
ISSN  1852-1487

http://www.gestuniv.com.ar

Vol.:10
Nro.:03
Buenos Aires, 15-11-2017

Recibido el: 12-10-2017 ; Aprobado el: 06-11-2017

URL http://www.gestuniv.com.ar/gu_28/v10n3a2.htm