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Review article |
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La Universidad en la sociedad del conocimiento: Construcción de un sistema de información para la investigación en educación y gestión educativa
Dr.
Jorge Luis Narváez
Coordinador para el Cono Sur del Instituto de Liderazgo y Gestión Universitario (IGLU), Organización Universitaria Interamericana. Secretario de Planeamiento y Control de Gestión, Universidad Nacional de La Matanza. Buenos Aires, Argentina. jnarvaez@unlam.edu.ar Resumen El trabajo, basado en un proyecto de investigación, presenta un análisis del estado de situación de los programas de gestión del conocimiento en Argentina, y, a título de contribución, la construcción de un sistema de gestión del conocimiento universitario aplicado a gestión universitaria, apoyado en tres grandes pilares: la publicación de resultados académicos en revistas científicas, la biblioteca digital universitaria y la actuación de un comité ontológico-hermenéutico. En este trabajo se presentan aspectos básicos utilizados para la construcción de la hemeroteca digital de esta publicación.
The University in the Knowledge Society: Building an information system for research in education and educational management Abstract This paper, based on a research project, presents an analysis of the status of knowledge management programs in Argentina, and a contribution, building a knowledge management system applied to university management , based on three main pillars: academic publishing results in scientific journals, university digital library and the action of an ontological hermeneutics committee. In this paper basics used to build the digital newspaper archive of this publication.
Introducción La gestión del conocimiento es el conjunto de procesos y sistemas conducentes a incrementar el capital intelectual en una organización. Para Bill Gates, “No es más que gestionar los flujos de información y llevar la información correcta a las personas que la necesitan”. La gestión del conocimiento alude a la generación o adquisición, codificación o transformación, organización o estructuración, almacenamiento o retención, distribución o diseminación y finalmente, al uso o aplicación del conocimiento, que constituye un nuevo paradigma que contribuye a crear un modelo de desarrollo más inteligente y efectivo, con el objeto de mejorar nuestro bienestar colectivo valorizando el uso social del conocimiento. Ni el capital, ni la tecnología pueden reemplazar al trabajador del conocimiento. Por el contrario, el incremento de esos factores de producción genera una mayor necesidad de analistas simbólicos altamente especializados, para utilizar una expresión de Robert Reich. Siendo la investigación y la docencia, la fuerza motriz de la actividad universitaria el mecanismo de generación del conocimiento sistematizado, esto supone que debe tener la capacidad para producir conocimientos innovadores, dotándose de un profesorado con capacidad para competir en ese campo, donde la generación del conocimiento individual incremente el capital intelectual de los individuos y de la institución universitaria en su conjunto. La universidad es la institución que tiene mejores condiciones para encarar el reto de formar a esa enorme masa de especialistas que será necesario emplear en el futuro cercano, en la medida que logre mejorar su eficacia y su eficiencia. Buena parte de la solución está fuera de la universidad, aún cuando dentro del sistema educativo, dado que en los últimos años se ha constatado que la formación de los alumnos de los niveles primario y secundario ha sufrido un deterioro respecto de años anteriores. Una vez logrado ese primer paso tendiente a mejorar la calidad de los ingresantes para lograr un mayor número de egresados, deberemos acometer la tarea de continuar la mejora incrementando la eficiencia y la productividad, esto es logrando con los mismos recursos mejores resultados. Esos mismos recursos serán mayores, en forma relativa, dado que se aplicarán a capacitar alumnos que tendrán una mejor tasa de graduación. Será ese el momento en que quienes tenemos responsabilidad en la conducción de una institución universitaria nos preguntemos qué es lo que podemos hacer para mejorar nuestra contribución en aras a lograr capacitar cada vez a mayor cantidad de gente con un nivel de calidad también mayor. Para inducir ese comportamiento será necesaria una acción clara y decidida por parte de las autoridades gubernamentales a partir de las asignaciones presupuestarias. En Argentina en particular y en varios países de América Latina, la educación universitaria es prioritariamente financiada por el estado, y la distribución presupuestaria que se realiza de la masa de dinero destinada a las universidades públicas se encuentra sujeta a una lógica definida: se asigna mayor cantidad de dinero a aquellas universidades que mayor cantidad de personal tienen. El razonamiento parece lógico, pero si analizamos medidas de productividad, tales como costo por graduado, costo por alumno, cantidad de empleados administrativos por alumno, podremos ver que hay desniveles muy importantes. En algunos casos, hay entidades que cuadruplican el costo por graduado e incluso por alumno respecto de otras. En la medida que no se comience a tener en cuenta la eficiencia de cada entidad a la hora de asignarle presupuesto, las universidades no encontrarán incentivo alguno para mejorar sus rendimientos, y la sociedad toda continuará realizando un esfuerzo desmedido por su principal fuente de movilidad social: la educación superior universitaria. El conocimiento ya no está enclaustrado en sus edificios. La tecnología de la información y de las comunicaciones amplían las posibilidades de la transmisión del conocimiento. La universidad es una organización basada en el conocimiento cuya misión, con distintos énfasis según la universidad que se trate, es generar o crear, transmitir y difundir conocimiento. La generación o creación del conocimiento suele asociarse a la función investigación; la transmisión del conocimiento a la función docente; y la difusión o diseminación del conocimiento a la función de extensión. Por tratarse de una organización intensiva en conocimiento, su capacidad para gestionar la creación, transmisión y difusión del conocimiento pasa a ser crucial en el mundo contemporáneo. Para conseguir la transmisión del conocimiento desde las universidades hacia las empresas, se han propuesto entre otras, las siguientes medidas: a) En las publicaciones Algunos autores argumentan que los científicos no se fijan tanto en lo que es útil como en lo que sería aceptado por los revisores de las revistas. b) En las patentes La productividad de quienes se asume son los responsables de la creación del conocimiento en las universidades, los investigadores, suele ser evaluada por medio de indicadores asociados a las publicaciones generadas en revistas de excelencia, reconocidas como tales, y por la cantidad de veces que son citados. La realidad empresarial apunta en otra dirección: busca rentabilizar sus inversiones, maximizar sus utilidades, y por tanto sus decisiones irán tras dichos objetivos. Más que financiar publicaciones de alto nivel, le interesa financiar investigaciones cuyos resultados sean susceptibles de patentarse a fin de garantizar la privacidad de su uso por un cierto período de tiempo con miras a recuperar lo invertido. En este punto es importante caracterizar la institución universitaria. Hace cuarenta años, cuando ingresé a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, me encontré con una institución profundamente darviniana. ¿Por qué digo esto? Mediante un exigente examen de ingreso descartaba a la mayoría de aspirantes. Luego volvía a eliminar un gran número de los que habían aprobado el examen de ingreso a partir de las exigencias que debían superar a lo largo de la carrera. El resultado era un número bajo de excelentes profesionales, lo cual era coherente con el objetivo institucional del momento, que era formar una elite. Hoy la universidad, para ser útil a la sociedad, debe formar un importante número de profesionales y científicos, para lo cual debe modificar comportamientos en cuanto a la eficiencia con la que funciona. Pero también con su nivel de actualización. Una disciplina, un ejemplo ¿De qué manera puede la universidad actuar en ese escenario? Concentrándose en la contribución que puede hacer al desarrollo de la sociedad. En lo que hace específicamente a la enseñanza de la administración, mi especialidad, hay algunos ejemplos que muestran en forma dramática que algo debemos hacer, no tanto en lo que hace a cómo enseñar, sino a qué enseñar. Para ser más claro, pondré algunos ejemplos, referidos específicamente a la disciplina de mi especialidad, sin que esto suponga que puedan extrapolarse a otras actividades las conclusiones que de mi razonamiento puedan inferirse. A comienzo de los años setenta del siglo pasado un tema era la moda en los cursos de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires: la administración por objetivos. El tema, atribuido al genio de Peter Drucker incluido en un libro de su autoría de 1.954, era una de las novedades acerca de organización más importantes de la época. Años después, investigando el tema, encontré que su real origen era un informe que Alfred Pritchard Sloan Jr. había escrito en 1.919, y puesto en práctica a partir de 1.921 en la General Motors, primero como vicepresidente y luego como presidente de la misma. La administración por objetivos, unida a la forma divisional que impuso a la organización, con su correlato de centralización en lo que hace a políticas estratégicas y descentralización a nivel de la gerencia de división, esto es de cada negocio, y la segmentación de mercado, le proporcionaron a la empresa, que llegó a ser la más grande del mundo, un absoluto liderazgo en el mercado automotriz mundial durante cincuenta años, desplazando de ese lugar a la Ford. En realidad, no solo la desplazó, sino que la puso al borde de la quiebra a mediados de los años cuarenta, hasta que el sucesor de Henry Ford, su nieto, copió la forma divisional, la estrategia, e incluso contrató algunos ejecutivos que habían trabajado en la General Motors para salvar la empresa que había fundado su abuelo. ¿Por qué incluí este comentario? Porque se necesitaron cincuenta años y el genio del más grande observador que tuvo el management para que a la Facultad de Ciencias Económicas de la principal universidad de nuestro país, la de Buenos Aires, llegara la principal innovación organizativa del siglo XX, la administración por objetivos con sus correlatos, la organización divisional y la segmentación de mercados. Algo parecido ocurrió con otro tema, la calidad total. Pongo como ejemplo estos casos porque las temáticas son ampliamente conocidas, incluso para personas ajenas a la especialidad. En este caso, el tema de la calidad total comenzó a gestarse en Japón en 1.949, a partir de una serie de conferencias que dio J. Edward Demming, que movilizaron a un conjunto de ingenieros japoneses. El primer libro sobre el tema que se conoció en nuestro país, perteneciente a uno de esos ingenieros, Kaoru Ishikawa, data de los años noventa del siglo pasado. La universidad pública a la que yo hago referencia, esa que puede y debe hacer una contribución a la sociedad que la sostiene, no puede estar cincuenta años atrasada respecto de lo que sucede en las organizaciones más exitosas. Tampoco cuarenta. Superar ese atraso requiere de fórmulas imaginativas, adecuadas a cada especialidad. Específicamente en el área de administración de organizaciones, los adelantos han sido generados en las empresas para luego ser analizados y transferidos por académicos. Dado que esta ha sido la forma esencial en que ha evolucionado la disciplina, deberíamos lograr establecer un consejo consultivo de empresarios y directivos de organizaciones de distintas características asesorando a los directivos de las facultades o departamentos respecto de los avances en curso. Y profesores investigadores analizando los casos directamente en las organizaciones en las que se producen, e incluso colaborando con ellas permitiéndoles conocer los informes, y eventualmente realizando actividades de consultoría. ¿Afecta la autonomía universitaria este esquema? Desde mi punto de vista, no, ya que la propia universidad (en este caso específico, la propia facultad de ciencias económicas o denominación equivalente), estaría buscando el asesoramiento en el mundo empresarial, pero estoy seguro de dos cosas: que carece de sentido la autonomía de una universidad desactualizada, y que el aislamiento académico es la forma más segura de que la institución universitaria pierda importancia relativa en una sociedad que necesita la generación y transferencia de conocimientos en forma creciente. Precisamente para sostener su trascendencia en la sociedad actual, esa universidad deberá salir fuera de sus muros a buscar los conocimientos de vanguardia que no logre generar dentro. El concepto de la gestión del conocimiento se ha ido enriqueciendo y transformando rápidamente en los últimos años. Si en un primer momento apareció ligado a las teorías de la administración empresaria poco a poco se fue revelando como una idea más compleja ligada a la emergencia de la sociedad del conocimiento y de la información. Al mismo tiempo fue tomando un cariz epistemológico que planteaba la necesidad de repensar un nuevo modo de producción y difusión del conocimiento en las sociedades actuales. Por otro lado, comenzó a resultar evidente que la gestión educativa estaba íntimamente ligada a la gestión del conocimiento. Podemos entonces entender la gestión del conocimiento como un enfoque epistemológico, organizacional y gerencial, que tiene como fin valorizar y aprovechar la creación y la transmisión de conocimientos en cualquier tipo de organización (empresas, escuelas, hospitales, sindicatos, universidades, cooperativas u organizaciones sin fines de lucro). Desde un punto de vista amplio podemos definir la gestión del conocimiento en la Universidad como un enfoque que se propone definir orientaciones y condiciones para crear, organizar y difundir conocimientos con el fin de:
BIBLIOTECA DIGITAL Analizaremos la importancia de una biblioteca digital como parte de un sistema de información para la gestión del conocimiento. -Una biblioteca digital es una entidad que posibilita el acceso a los espacios de información en forma ordenada, distribuida y compartida -Debe tener la capacidad de generar actividades de almacenamiento y recuperación de información apropiada -Tanto para la Biblioteca Digital como para el proceso de enseñanza-aprendizaje en entorno digital se necesitan los siguientes: ELEMENTOS Tesauro: Tipo de lenguaje documental que representa la estructuración conceptual de un determinado campo del conocimiento. Taxonomía: Tipo de vocabulario controlado en que todos los términos están conectados mediante algún modelo estructural (jerárquico, arbóreo, facetado, etc.) y especialmente orientado a los sistemas de navegación, organización y búsqueda de contenidos de los sitios web. Ontología: Representación explícita y formal de una conceptualización compartida, que se constituye en la estructura conceptual de una base de conocimiento. Es el lazo de unión hacia el aspecto pedagógico y proporciona una descripción lógica y formal de la información almacenada. Sistemas de metadatos: Sistema para la recuperación de información, que preferiblemente adopte al Extensible Markup Language (XML) como formato de codificación y al Dublin Core como modelo para la descripción de los recursos de información. Base para procesar metadatos: Plataforma que proporciona interoperabilidad entre aplicaciones que intercambian información en la web, como el modelo Resouce Description Framework (RDF). Protocolo para recolección de metadatos: Open Archives Initiative (OAI) es un sistema universal para el autoarchivo de trabajos científicos: desarrolla estándares de interoperabilidad que facilitan la diseminación, intercambio y acceso a colecciones heterogéneas de documentos científicos y académicos. Metodologías para la modelización del sistema: El Rational Unified Process (RUP) es un proceso de desarrollo de software y junto con el Lenguaje Unificado de Modelado (UML), constituye la metodología estándar más utilizada para el análisis, implementación y documentación de sistemas orientados a objetos. El RUP no es un sistema con pasos firmemente establecidos, sino un conjunto de metodologías adaptables al contexto y necesidades de cada organización. Arquitectura lógica:
Las bibliotecas universitarias y la gestión del conocimiento Tres son los objetivos básicos que se plantean las BUs al utilizar las metodologías de la gestión del conocimiento:
Estructuración de la Información Científica En este trabajo se presenta una metodología simplificada para la construcción de un sistema de información orientado a la gestión del conocimiento basado en la Web Semántica, haciendo hincapié en la capacidad de generar actividades de almacenamiento y recuperación de información apropiada. En la categorización de sitios web, se utiliza la taxonomía basada en metadatos aplicando el modelo Dublin Core para saber qué elementos son representados, y la sintaxis del eXtensible Markup Language (XML) para saber cómo se representan dichos elementos. Como lazo de unión hacia el aspecto pedagógico, las ontologías permiten un desarrollo semántico de gran profundidad que proporciona una descripción lógica y formal de la información que almacenan, y por lo tanto puede ser interpretada tanto por usuarios humanos como por programas informáticos. Para ello se utiliza el Resource Description Framework (RDF) como herramienta en el armado de este "esqueleto semántico" que sustenta a los tesauros en la representación y recuperación de información, con énfasis en la coherencia y riqueza relacional de la estructuración conceptual. En lo que respecta al proceso enseñanza aprendizaje, la correcta utilización de la Tecnología de la Información puede ayudar al proceso educativo al reunir y relacionar los datos, transformarlos en información y almacenar el conocimiento necesario, que le permita al educando descubrir y generar la comprensión y el desarrollo de la sabiduría. Es decir que constituye un aporte para el mejoramiento del desempeño del sistema educativo. Para ello la retroalimentación entre aulas y bibliotecas digitales son la base en la que se sustenta todo este camino de aprendizaje. Al desarrollar un portal de acceso abierto Open Archives Initiative (OAI) se crea un nuevo canal que permite la cooperación entre los diversos agentes de ciencia y tecnología, ayudando así a que los resultados de los proyectos de investigación y desarrollo lleguen al sector empresarial y contribuyan a la mejora de sus procesos productivos, conformándose un servicio de utilidad pública, con ámbito de actuación nacional y multisectorial. Como primer resultado se ha obtenido una plataforma que permite alojar revistas, reportes técnicos, artículos, tesis y monografías con cumplimiento de requisitos de calidad. En su etapa inicial se procedió a registrar en una base de datos relacional títulos de publicaciones seriadas. A través del desarrollo de sistemas de seguridad se pudo implantar un sistema de calidad normalizado Todos estos resultados conllevan a aumentar la fidelización de los usuarios y optimizar la comunicación y difusión científica y tecnológica a todos los sectores de la sociedad. Una de las mayores dificultades en el uso de la Tecnología de la Información es el de la ubicación relativa del usuario con la información almacenada en el computador. Es difícil para el usuario tener una visión del plano de ubicación de la información; lo que implica una dificultad en comprender cuál fue el camino que se recorrió para llegar a un sitio determinado, qué actividad se debe desarrollar y a partir de allí hacia donde puede o debe dirigirse. El modelo conceptual con el cual se trabajó para determinar la infraestructura necesaria que permita realizar una apropiada gestión del conocimiento producido por la Universidad, cuenta con los siguientes sistemas:
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Vol.:03 |
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Recibido el: 01-11-2010 ; Aprobado el: 15-11-2010 |
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URL http://www.gestuniv.com.ar/gu_07/v3n1a4.htm |